Espacio para invidentes
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Presentación
Los Puntos Violeta son un proyecto que nace de la necesidad de construir, en los momentos de ocio, espacios de apoyo y seguridad feminista frente a las agresiones sexistas, racistas y LGTBIQI+fobas. Nuestro trabajo se basa en un protocolo de actuación que incluye: la sensibilización, prevención, actuación y formación para generar espacios igualitarios y seguros; y el acompañamiento de las personas agredidas, teniendo todo estos ejes la misma importancia.
Los Puntos Violeta nacen dentro del marco de la Campaña «No es No», por una ciudadanía sin agresiones sexistas, con el compromiso de la prevención y erradicación de las actitudes y comportamientos sexistas y con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía y activar una respuesta ante estas situaciones. Los espacios festivos y las dinámicas de las fiestas: aglomeraciones, consumo de alcohol, drogas, el «todo vale de fiesta…» aparecen como excusas para ejercer comportamientos sexistas, que son la manifestación de la desigualdad entre hombres y mujeres que existe en nuestra sociedad. Hay que dejar claro que nada justifica una agresión: ni alcohol ni otras drogas ni formas de vestir, etc. Cualquier ciudad o municipio y sus espacios festivos tienen que ser lugares seguros, en los que se dan relaciones de respeto y libertad que dejan vivir las fiestas con alegría e igualdad.
Exposición
Desde el 8M y paralelos a la creciente toma de conciencia feminista, los puntos morados se han convertido en pieza indispensable de verbenas, festivales, ferias, conciertos y otras celebraciones, especialmente veraniegas.
Los puntos violeta tienen un doble componente: por un lado, concienciar y visibilizar el compromiso social y el rechazo comunitario de las violencias machistas en los espacios de ocio. Y por otro, de información, acogida y atención inicial, tanto a las mujeres que hayan podido vivir una agresión como a otras que, sin haberlo enfrentado, saben que el punto está aquí y están informadas. Por eso a este proyecto lo llamamos «a peu de carrer».
Nuestro punto violeta va destinado a toda la población y sobre todo a los sectores que no tienen la información adecuada sobre la violencia de género, así como a la parte de la sociedad que normaliza que fiesta puede implicar agresiones machistas.
¿Por qué son necesarios?
A lo largo de las fiestas de este verano se han registrado muchos casos de violencia sexual (sobre todo a partir de «la manada») pero según todos los estudios se constata que los casos conocidos son solo la punta del iceberg.
Consideramos que las mujeres merecen disfrutar de un ocio nocturno en condiciones de seguridad y que tienen que sentirse apoyadas, cuidadas y asesoradas por profesionales cualificadas que trabajan desde una perspectiva de género.
A los puntos violeta se acercan las personas que conforman la estructura social y real de cada población o ciudad cada noche; personas de edades diferentes, idisiosincrasia diferente y orientaciones sexuales diversas.
El punto también sirve de alivio para quien ha vivido agresiones en otras fiestas y quiere saber cómo actuar si vuelve a ocurrir.
La casuística es muy diversa y hay mujeres que no quieren denunciar, pero hacemos hincapié en que esto no va solo de la agresión sexual más grave, sino contra todo tipo de violencia sexual.
Otra pieza clave en nuestra gestión de esta herramienta es la coordinación con la/el Agente de Igualdad, Concejalía de igualdad, los/las agentes de Policía, previamente instruidos, así como con la Guardia Civil y Protección Civil.
Ofrecemos información, asesoramiento y ayuda sobre dónde acudir y qué hacer ante una agresión sexual ya sea vivida en carne propia o si hemos sido testigos de ella. Abanicos, pulseras, photocall, carteles, chapas, globos, servilletas,
pegatinas con el lema de «No es no» u otros lemas sensibilizadores, así como concienciar e implicar a todo el público que asiste a estos entornos festivos.
Otro de los objetivos de los puntos violeta es visibilizar y nombrar las agresiones sexuales de las cuales son objeto las mujeres, contextualizándola en la violencia de género que tiene más que ver con la demostración de poder del agresor que con una supuesta expresión de su sexualidad.
En este sentido, en el punto violeta se ofrecen contenidos de teoría feminista sencillos que ayudan a comprender mejor qué ocurre y por qué; conceptos como la pirámide de la violencia, la reivindicación del goce de los espacios públicos con libertad y seguridad, información de los protocolos sanitarios y judiciales actuales.
Tenemos experiencia teórica y práctica, hemos participado en el montaje y organización de puntos violeta.
¿Cómo funciona un punto violeta?
El punto violeta estaría conformado por cuatro profesionales: una criminóloga agente de igualdad, una psicóloga con formación en prevención y acompañamiento, una promotora en igualdad de género y una community manager (encargada de recoger testigos gráficos implicados con el mensaje, photocall, fotos de talleres, fotos con grupos musicales, etc). Este trabajo iría enlazado en la página del Ayuntamiento o institución que contrata nuestro servicio.
Los/las destinatarios/as son la población en general, y el talante de la intervención se basa metodológicamente en informar desde la conciliación y con la intención de concienciar y sensibilizar sumando.
Por otro lado, realizamos en horario diurno talleres destinados y sensibilizadores al público infantil y familiar (chapas costumizadas, imanes de fieltro, camisetas pintadas por ellos/ellas mismas con lemas diferentes relacionados con la campaña).
También nos encargamos de divulgar todo el material elaborado desde el Ayuntamiento o Institución que contrata nuestros servicios así como de asesorar del material divulgativo más conveniente en cada caso.
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